Qué todos los seres que existen, débiles o fuertes, largos o grandes, medianos o bajos, pequeños o gruesos, conocidos o desconocidos, cercanos o lejanos, nacidos o por nacer, que todos los seres
sin excepción estén felices. (51-52)
Qué nadie engañe ni desprecie a otra persona en ningún lugar; que no desee el daño de los demás con enojo o malevolencia. (53)
Qué los pensamientos de amor llenen todo el mundo, arriba, abajo y a lo largo; sin ninguna obstrucción, sin odio, sin enemistad. (55)
Buda, METTA SUTTA. Fragmentos del Discurso del Amor Incondicional
Leer el discurso entero: Metta Sutta